Historia

Una Escuela con Historia.

Inauguración de las Escuelas de Carmen Benítez, 1896Las Escuelas de Carmen Benítez se fundan en 1.896, siendo, por antigüedad, la segunda Institución Pública de Enseñanza Primaria en Sevilla. Su evolución va a navegar, por tanto, paralela a las vicisitudes de la Escuela en España y a las propias de la ciudad y el barrio donde se ubica.

En la 2ª mitad del siglo XIX se eliminan las murallas medievales que separaban la ciudad de los arrabales históricos, entre ellos, los de San Roque y la Calzada, desamortizandose los terrenos que ocupaba el convento de San Agustín. Esto va a permitir, a través del Ensanche de la Ronda, incorporar al tejido de la ciudad estos barrios antiguos que ven aumentar su población de forma considerable debido a éxodo rural al calor de la industrialización y el comercio.

La naciente conciencia pública de la necesidad de desarrollo económico y social, en  un país cuya incorporación a la modernidad es tardía, a través de la extensión a mayores capas de la población de la Educación, lleva a los poderes públicos y a  algunas instituciones religiosas a la creación de centros de enseñanzas, para acoger a las clases populares con los objetivos fundamentales, de la lucha contra el analfabetismo desde las edades más tempranas y la integración de la infancia en aumento, posible victima de la marginación y la exclusión social.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEn este contexto Doña Carmen Benítez emplea gran parte de su fortuna en la construcción del Colegio que dona a la ciudad de Sevilla. Por entonces, pertenecían  al Ayuntamiento las competencias educativas, incluida el pago de los maestros. A partir de 1901 todas las competencias educativas, la dependencia laboral y el pago de las personas pasarán al Ministerio de Instrucción Pública en Madrid.

Las Escuelas de Carmen Benítez incluían en su edificación dos viviendas de maestros, señoriales y bien dotadas, cuya intención estaba orientada a la dignificación y la consagración social de una profesión a la que se quiere dar la importancia que merece como pilar del desarrollo económico y social del país.

El viejo edificio ha sido testigo de todos los cambios políticos  del siglo XX en España. De la Restauración y la República, de la Guerra Civil y la Dictadura, de la Transición y la Monarquía Constitucional.La Institución acumula la memoria de los sucesivos sistemas educativos y las reformas de los mismos que se han sucedido en nuestro  país a lo largo de un siglo largo.

Hemos de manifestar nuestro reconocimiento y admiración a todos los maestros y maestras que han desarrollado la mayoría de su vida profesional en este Colegio desde los pioneros, como Doña Carlota de Castro que dirigió los inicios de las Escuelas de Niñas en 1896 o doña Carlota Lucena, responsable de la preparación  para su ingreso en la Normal de alumnas de las Escuelas Carmen Benítez, primer grupo de Maestras Tituladas  de la  II República, allá por 1931. A Doña Dolores Arroyo directora en la década de los 40. A la familia Caraballo, padre e hijo. A Doña Francisca Gessa, maestra durante tres décadas y Doña Rosalía Vicente. A Don Jerónimo Aparicio y su esposa Doña Ana Gómez Morán directores consecutivamente desde el final de los 40 hasta 1984. A Doña Isabel Pasagali. A Doña Concha Pordal, Doña Carmen Borrego, Doña Desamparados Salvago, a la auxiliar y conserje, durante más de 30 años, Doña Lola Carballo, y tantos otros compañeros, testigos activos de los primeros pasos por el conocimiento de varias generaciones de sevillanos, y que aún hoy continúan en la memoria de las gentes.

La población escolar desde principios  del siglo XX hasta los años 30 no es necesariamente del barrio, debido a que la oferta de puestos escolares es muy reducida , acuden al Colegio alumnos de toda la ciudad. La II Republica hace un esfuerzo de escolarización importante con la creación de nuevos Centros. Durante la Guerra Civil el Colegio continúa su actividad académica debido a la lejanía de los frentes de guerra, no sin sufrir las depuraciones ideológicas y las purgas de la que es victima el magisterio en España.

Escursión niños  hacia 1940La población es cada vez más numerosa, como ya hemos señalado, debido a la llegada masiva de personas de origen rural y al aumento de los nacimientos. Entre los años  40 y  los 60 las clases  humildes sufren grandes carencias sociales. Sobre todo, la falta de viviendas obliga al hacinamiento de las familias que habitan patios y corrales de vecinos. El Colegio se convierte, no solo en un Centro de enseñanza sino, en un lugar de auxilio social. Las clases más pudientes,  por el contrario, acuden a Centros religiosos privados. En la Escuela se organizan comedores baratos, se reparte leche en polvo y otros productos, se organizan  primeras comuniones con celebraciones colectivas, se acude a las necesidades de las familias más necesitadas o se imparten por las tardes clases de alfabetización de adultos.

Los años 70 van estar marcados por la importante reforma del sistema educativo con la unificación de los estudios primarios, su continuidad hacia el nuevo Bachillerato y la obligatoriedad de escolarización hasta los 14 años La EGB es producto del despegue económico de los años 60.

Comida en el patio años 70Durante las décadas de los 70 y los 80, el barrio va a ir sufriendo una profunda transformación. El crecimiento urbanístico residencial aumenta considerablemente a partir de 1992 con la eliminación del cinturón ferroviario que partía al barrio en dos y la  liberación consiguiente de suelo urbanizable. Han sido sobre todo familias jóvenes las que han, progresivamente, ocupado las nuevas viviendas.

El edificio sufrió una reforma importante durante el curso 1996/97 debido a la situación ruinosa que presentaban las vigas  de madera de las plantas y las techumbres. Con ella, se reconvierten en aulas las antiguas viviendas de maestros. Durante los cursos inmediatamente anteriores, y debido a estas  circunstancias, se produjo una baja considerable del número de alumnos, agravada por la marcha durante el tiempo de duración de las obras al Colegio Calvo Sotelo. A partir de la celebración del Centenario en 1998, la Institución ha ido progresivamente recuperando la confianza y el prestigio que, en el barrio y la ciudad,  le corresponde dada su presencia y antigüedad.